"Ya no hay protagonistas: sólo hay coro" ... "La sociedad es siempre una unidad dinámica de dos factores: minorías y masas. Las minorías son individuos o grupos de individuos especialmente cualificados. La masa es el conjunto de personas no especialmente cualificadas" ... "Masa es el hombre medio".


Extracto del libro: La rebelión de las masas
Autor: José Ortega y Gasset
Publicación: 1983
Editorial: Ediciones Orbis, S.A.
Nº de páginas: 205
ISBN: 84-7530-370-6
Depósito legal: B. 36105-1983

(El libro comenzó a publicarse en un diario madrileño en 1927)

1 comentario:

  1. Todos pertenecemos a las masas si bien hay momentos que formamos parte de alguna minoría pero, al igual que ocurre en el terreno personal, hay minorías y minorías. Las hay cuyas decisiones afectan a las masas y las hay cuyas decisiones sólo afectan al grupo o ni eso.

    En los tiempos que vivimos me atrevería a decir que la corrupción, la información privilegiada o la información coercitiva suelen ser los medios por los que ciertas minorías aumentan su poder y se distancian de las masas a pesar de que se nutren de ellas.

    Lo curioso es que aún cuando algunas de esas minorías, clanes o familias, consiguen sus objetivos por medios ilícitos sus miembros necesitan proyectar a la masa ese aparente éxito económico mediante objetos y costumbres prohibitivas para la mayoría y de ahí que el lujo en forma de coches, joyas, casas, yates, viajes o fiestas, sea el medio de redistribuir y compartir esas rentas delictivas con otros miembros del clan o con los de otras minorías afines.

    Por si fuera poco, resulta cómico comprobar como algunos miembros de esos colectivos, -a los que yo llamo oportunistas circunstanciales-, intentan diferenciar su espacio vital con joyería y vestuario de marcas reconocibles pero inalcanzables para la mayoría y a falta de dotes oratorias y, en más de un caso, a su escasa formación cultural, cualquier incidente suelen resolverlo con la recurrente frase de "usted no sabe con quién está hablando" o "recibirá noticias de mi abogado". Visto desde otro punto de vista, gracias a su ineptitud para resolver problemas por si mismos viven muchos profesionales a su costa y, aún así, su vanidad y arrogancia son desconcertantes ya que todo se sustenta en el delito, sin aportar ningún valor añadido personal.

    Recapitulando: todos somos coro y el protagonismo, aunque cambiante, es casi siempre de los portavoces de las minorías influyentes.

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